domingo, 4 de mayo de 2014

Un triste secreto a voces

Al leer este artículo lo primero que nos llama la atención es algo de lo que se ha hablado muchas veces: Se destaca la baja formación del profesorado como uno de los motivos principales de los malos resultados de España en cuanto a materia educativa se refiere. Este aspecto, al contrario de lo que sería aconsejable, no se trabaja lo suficiente en nuestro país. En vez de darle la importancia que requiere, simplemente lo dejamos pasar, sin invertir lo suficiente en él. Un profesor no se puede conformar con los conocimientos que adquirió durante su carrera, sino que al igual que otras profesiones, el profesor tiene que ir aprendiendo día a día, adquiriendo nuevos conocimientos y adaptándose a los nuevos tiempos que correr. También se trata el hecho de que a todos nos gustaría que se hablara bien de nuestro país y por lo consiguiente de nosotros en todos los aspectos. Sin embargo, es aspectos de educación no es que sobresalgamos demasiado. Como se señaliza en el artículo, en el informe PISA, que sirve como orientador para conocer el nivel de conocimiento de los distintos países, nos encontramos a un nivel insuficiente. Hay muchos profesores y colectivos que están en contra de las calificaciones, diciendo por ejemplo que las calificaciones, en la educación obligatoria, clasifican, jerarquizan y discriminan siendo las notas sociales y éticamente injustas. Personalmente estoy a favor de las calificaciones en parte. Si bien es de todos sabidos que las calificaciones en algunos casos son subjetivas, ya que dependiendo de la afinidad del profesor con el alumno estas pueden variar injustamente; pero quitando estos casos puntuales, creo que las calificaciones nos sirven para poder evaluar a nuestros alumnos en un momento dado (ya que como a todo el mundo le ocurre, si no se trabajan los conocimientos adquiridos, dichos conocimientos se pierden) Sin ir más lejos, soy el primero que después de almacenar mucha información para un examen, al tiempo la mayor parte de las cosas que me estudié se me olvidaron, pero en ese punto en el que fui examinado me esforcé y adquirí dichos conocimientos para que se me evaluara positivamente. Se quiera o no se quiera parte de dichos conocimientos se mantienen aunque sea en una parte aislada de nuestro cerebro. Como dije al principio de la entrada, el profesor debe seguir adquiriendo y mantener conocimientos, ya que como se podía comprobar en un examen que se le hizo a muchos profesores y alumnos (Nosotros sin ir más lejos realizamos un examen en el que se preguntaban cuestiones que se supone que ya estudiamos tanto en la ESO como en el bachillerato y los resultados fueron francamente desastrosos) muchos profesores difícilmente llegaban al aprobado. Hay tantos profesores que continúan con su formación como los que no lo hacen, por esa razón evaluar a los profesores como un colectivo sería erróneo, y como se cita en el texto, las valoraciones, como en cualquier otra profesión, uno a uno porfavor.

1 comentario:

  1. Bueno, Juan, no me parece mal que estés de acuerdo con las calificaciones "en parte". Lo que sí te pido es argumentación seria. La "subjetividad" en las notas no son casos puntuales que se puedan dejar de considerar. Las calificaciones NO sirven para "evaluar a nuestros alumnos…" porque evaluar y calificar son dos cosas completamente distintas. Los conocimientos que se adquieren y se pierden pero algo de ellos queda en algún rincón del cerebro… ¿qué tienen que ver con la calificación? ¿Si no se califican no se quedan? esa parte no la entiendo, la verdad.
    En fin, que el propósito de mis asignaturas es que pienses por ti mismo y mantengas tus opiniones, pero que las puedas mantener gracias a argumentos bien construidos. Así que venga, a leer más y a pensar más.

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